El celular en el aula: el invitado a las clases presenciales
Hoy, los estudiantes no se apuran demasiado si no tienen pluma o lápiz. Escriben con los dedos y tienen a disposición varias versiones de la información que buscan, cada una en una pestaña del navegador. O al menos ese sería el panorama general si las instituciones educativas no estuvieran creando nuevas formas de relacionarse con la tecnología en el aula, para evitar usos inapropiados y problemas de rendimiento.
En los salones de la Espol, el uso del celular está permitido siempre y cuando haya una actividad académica planificada que requiera la participación de los estudiantes en plataformas digitales, revela Dalton Noboa, decano de grado de esta entidad. “Todo sujeto a la planificación de clase que dispuso el profesor”. Pero durante las evaluaciones, el teléfono o cualquier otro equipo móvil de telecomunicaciones están prohibidos.
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